El asistente domiciliario cumple con responsabilidades similares a la de un cuidador o cuidadora, con la diferencia de que se encarga también de tareas más complejas o demandantes.
Desde tareas de limpieza, aseo personal y movilización, hasta la preparación de medicamentos y comidas, es una persona encargada de asistir al adulto mayor en su día a día.
Realiza además pases de cama a sillas de rueda (y viceversa), trámites médicos y mandados. En definitiva, cuenta con un amplio abanico de recursos para asistir al paciente en su casa, con diversas atenciones.
