Las damas de compañía cumplen un rol similar al de las cuidadoras, con la diferencia de que las primeras se abocan en mayor medida a realizar actividades que estimulen al adulto mayor.
Con su experiencia y vocación, logran combatir la soledad, manteniendo activos a sus pacientes y motivándolos en el día a día. Las actividades que realizan pueden ser tanto recreativas como intelectuales, siempre con el objetivo de mejorar el bienestar y la calidad de vida de sus pacientes.